El personaje orador

La construcción del personaje es un trabajo habitual en el mundo de la interpretación, sin embargo ¿qué ocurre si lo trasladamos a la oratoria?

Existe la creencia errónea de que los intérpretes mienten, nada más lejos de la realidad, un buen actor/actriz siempre defenderá la verdad de su personaje, haciendo uso de sí mismo, como canal conductor de una obra. Lo mismo sucede si pensamos en los grandes comunicadores, ellos sirven de canal para contar una historia, que respaldada por las palabras y los gestos del orador conseguirá llegar a su audiencia.

Entonces, ¿Por qué no trabajar en la preparación del personaje igual que en la preparación del discurso?

Si queremos construir un personaje orgánico y natural, debemos dedicarle tiempo, cuidar sus necesidades y dotarlo de asertividad y empatía.

Parte de la evolución personal, pasa por aceptar en qué punto del proceso nos encontramos y visualizar dónde queremos llegar. Por lo tanto, si queremos construir al “orador”, primero debemos tomar conciencia de nuestro nivel actual de comunicación.

Para trabajar en su creación es interesarse observarnos a nosotros mismos y descubrir cuál  o cuáles son los roles cotidianos en los que nos sentimos cómodos. Una vez identificados, trabajar en nuestro alter ego será más sencillo, para ello trataremos de responder tres preguntas:

  • ¿Con qué de mi bagaje personal lo quiero dotar?
  • ¿De qué quiero que este exento/a?
  • ¿Hay nuevas cualidades que quiero investigar?

Todos/as tenemos un don, identificarlo es parte de la creación del personaje, lo que nos dotará de verdad y nos ayudará a practicar una comunicación con valores y sentido.

Como si de un actor se tratase, empezaremos a preparar a nuestro protagonista, para que interactúe en el escenario de nuestro auditorio.

A través de ejercicios de relajación, de diferentes tipos de memoria y de trabajo con imágenes y con  el subtexto conseguiremos entender para qué decimos lo que decimos y lograr que nuestro público ponga su atención en nosotros y en nuestro mensaje cuando nos encuentras en el escenario.

lutherking

Historia del teatro

Como no siempre tenemos el tiempo de sumergirnos entre libros, y aún así queremos adquirir conocimiento acerca de algún tema, en este «post» expongo un breve recorrido por la historia del teatro para familiarizarnos con  uno de los métodos comunicativos más antiguos que existen.

  • Teatro prehistórico: Desde siempre, el cometido del teatro es comunicar y favorecer las relaciones sociales. Para cazar el hombre primitivo imitaba al animal, se dice que del rito se creó el mito, y del brujo surgió el actor. Estos y otros ritos reforzaban la identidad y cohesión social. En África ritos religiosos con gestualidad y máscaras para expresar roles.
  • Teatro griego: acuña el término “arte dramático” y aparece la tragedia, en la cual sus personajes de manera misteriosa se ven enfrentados contra el destino o los dioses. Aparece la mímica y la farsa.
  • Teatro medieval: de calle, lúdico y festivo. Tres tipos: litúrgico (religión dentro de la iglesia), religioso (misterios y pasiones), profano (no religioso).
  • Teatro de la edad moderna:
    • Teatro renacentista: busca la naturalidad y realidad, Da Vinci, Fernando de Rojas, Shakespeare. Surgen reglas teatrales basadas en acción, espacio y tiempo.
    • Teatro barroco: Basado en tragedia, no se puede luchar contra el destino. Molière, dentro del clasicismo Francés, y en España, el Corral de comedias, Tirso de Molina; Lope de Vega, Calderón de la Barca. Escenografía recargada, y teatro popular.
    • Siglo XVIII: Aparece el drama; situado entre la tragedia y la comedia. Carlo Goldoni, padre de la comedia italiana, abandona la vulgaridad y se inspira en costumbres y personajes reales. Montajes populares y no sólo para la clase alta. Aparece la figura del director de escena.
    • Teatro neoclásico: Se siguen inspirando en modelos clásicos grecorromanos. En India aparece Kathakali; un teatro danza mediante el cual narran leyendas hindúes. En Japón surge el Kabuki, sintetiza tradiciones musicales e interpretativas con música y danza. (pueblo y burguesía)
  • Teatro contemporáneo:
  • Siglo XIX:
    • Teatro romántico: sentimentalismo, dramatismo, temas oscuros, exaltación de la naturaleza y folklore popular. Aparece el melodrama y el Vodevil.
    • Teatro realista: surge teatro moderno, énfasis del naturalismo, interpretación veraz. Stringberg, Ibsen…
    • Teatro simbolista: Influenciado por el “espectáculo total” Wagneriano (Artista que transgrede al escribir el texto y la música al mismo tiempo). Lenguaje de trasfondo metafísico y trascendente. Se busca la esencia humana a través de la intuición y la meditación.
  • Siglo XX:
    • Evolucionan en paralelo corrientes de vanguardia (impresionismo, dadaísmo, cubismo, expresionismo…) Se avanza en la técnica interpretativa con mayor profundidad psicológica; Stanislavski y Lee Strasberg. Se abandonan las tres unidades clásicas y empieza el teatro experimental. Surge el teatro épico o del oprimido (Bertol Bretch), el teatro del absurdo (Beckett.) que cuestiona a la sociedad y al hombre, a través del humor. También nacen los autores de signo inconformista y antiburgués; Tenesse Williams, O’Neill, Lorca, Valle Inclan…
    • Años 60 se busca comunicación dramática a través de acciones reales que afecten al espectador, Grotowski (y más movimientos de happening). Los nuevos directores añaden a éste “teatro de provocación”, claves de ceremonia, divertimento y exhibicionismo. El lenguaje oral se amplía a aspectos visuales y el arte dramático vuelve al “el teatro total”. Fura dels Baus, Joglars, El Cirque du Soleil.

Espectáculo teatral: Grupo de personas que desarrolla una actuación de cualquier tipo, para divertimento del público, en un tiempo y espacio determinado.

Arte: 1. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.2. Manifestación de la actividad humana que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.

Crear: 1. Producir algo de la nada 2. Realizar algo partiendo de las propias capacidades.

Si queréis dejar algún comentario o proponer temas de debate serán bien recibidos

¡Hasta pronto compañeros!

¿Cómo identificar a los personajes tóxicos?

Lilian Glass acuñó el término “Toxic People” en su best seller de igual nombre. En su contenido hacía honor a la expresión «nadie está libre de pecado» defendiendo que es importante prestar atención a nuestros patrones de conducta y a los de quienes nos rodean, para identificar si alguien de nuestro entorno o nosotros mismos, estamos manteniendo una actitud tóxica. En su reflexión parte de que ciertas conductas tóxicas tienen origen en motivos como son los celos y la envidia, entre otros.

Las peticiones de varias venenopersonas me han lanzado a redactar este post. Como leeréis a continuación, aquí comparto lo que son para mí los personajes venenosos. Entre ellos podemos encontrar el que saborea su propio veneno o el que disfruta viendo como otros saborean su veneno. Los roles siempre son envenenador y envenenado, aunque en ocasiones un mismo personaje puede combinar ambos roles, como catador de veneno.

Las personas y sus consiguientes relaciones, al igual que los alimentos en la vida no sientan de la misma manera a todo el mundo, seguro que hemos tenido la oportunidad de escuchar alguna historia de cómo fulano disfruta comiendo nueces y en cambio mengano manifiesta una reacción alérgica a ellas. Con las personas el tema funciona igual que con los alimentos: los que te sientan bien puedes incluirlos en tu dieta, sin embargo los de digestión pesada mejor apartarlos o sustituirlos por otros. No te ofusques en querer dañarte comiendo algo que no puedes digerir.

El envenenador o venenoso:

Es aquel personaje depredador que tiende a jugar con la dualidad o polaridad de las relaciones puesto que nunca va a mantener un luto o negatividad longeva, sabe que eso haría reaccionar a su presa envenenada, despertando así, su instinto de supervivencia e impulsándola a apartarse de él. Son personas muy empáticas, puesto que conocen a la perfección las emociones del otro y se sienten con la capacidad de intentar manipularlas, conociendo de antemano cómo reaccionará su presa. Ya sabemos que los depredadores en estado salvaje tienden a jugar con sus presas antes de devorarlas, así que los envenenadores recuperan su instinto y lo ponen al servicio de sus perversiones.

Reconocer a un envenenador es más fácil de lo que muchos creen, sólo hay que preguntarse ¿Me intenta hacer sentir mal? ¿Intenta limitar mi creatividad? ¿Me intenta hacer sentir juzgado? ¿Utiliza frases que yo interpreto como una sentencia? ¿Mantengo esta relación por “compromiso o educación”? ¿Identifico un comportamiento hostil hacia mi persona? ¿Me guardo y callo muchas cosas por no provocar un enfrentamiento? Estas, entre otras preguntas en las que te puedas identificar como una persona envenenada o a la que están intentando envenenar ayudan a identificar si tienes junto a ti a un personaje de este tipo.

También es interesante saber si estás jugando el rol de venenoso haciéndote esas preguntas a ti ¿Intento hacer sentir mal a alguien? ¿Intento limitar la creatividad de alguien? ¿Juzgo de manera continua a alguien? ¿Utilizo frases a modo de sentencia? ¿Por qué mantengo esta relación”? ¿Mantengo un comportamiento hostil hacia esa persona? ¿La persona se calla y guarda palabras en conversaciones conmigo?

Siempre hay que recordar que las preguntas y respuestas que nos demos son totalmente subjetivas y una interpretación personal de lo que sucede en nuestra relación. También recordar que el “bien y el mal” tan sólo existe en la literatura infantil, respaldada durante tantos años por miedos infundados como ir al cielo o al infierno. De este modo es más productivo no dar peso a verdades o sentencias absolutas, pero sí a nuestras percepciones de si algo nos sienta bien o mal, es una manera de trascender los hechos y empezar a poner conciencia y responsabilidad en la situación venenosa que vivimos, y desde ahí cambiarla hacía un lugar que nos sea más cómodo y menos venenoso.

El catador de veneno:

Es el personaje que bebe su propia pócima y les quita trabajo al resto de venenosos enfermándose él mismo. Gesta dentro de su cabeza pensamientos negativos y haciendo uso de la empatía desarrolla pensamientos inventados y negativos de lo que podría creer u opinar el resto sobre él. De tal manera que su cabeza haciendo uso de un pensamiento enarbolado, va creando posibles dardos venenosos lanzados por otros personajes, anticipando así una posible situación negativa, que justifique los miedos con los que vive. Tiende a estar siempre alerta y en defensa ante posibles ataques. Es un depredador que a la vez es presa.

La tribu venenosa:

Se tiene que vigilar especialmente no formar una tribu venenosa, en la cual se juntan varios personajes envenenadores, y “amasan o recolectan” veneno, como si de una retroalimentación negativa se tratase, se produce un intercambio de veneno entre sus miembros que van aumentando su nivel y conocimiento mediante un aprendizaje vicario con el resto. En su etapa de pertenencia grupal, mantienen siempre una posición “neutra” entre ellos, con esto me refiero a que en cualquier momento pueden cambiar su bandera a “aliado” o “enemigo” dependiendo que les convenga. En estos grupos la necesidad de pertenencia que se crea es alta, de tal modo que cuando se da un rechazo social o exclusión de algún miembro que pasa a ser “enemigo” la pérdida de identidad personal de estos individuos tiende a ser alta, y en consecuencia buscaran una presa con la que descargar todo el veneno que venían recolectando.

Recordemos que no todas las serpientes son venenosas y no todos los que lanzan veneno poseen una lengua bífida. ¡Gracias por acompañarme en mi reflexión! Si queréis añadir comentarios o habéis tenido alguna experiencia de este tipo, os invito a compartirla aquí.