¿Cómo identificar a los personajes tóxicos?

Lilian Glass acuñó el término “Toxic People” en su best seller de igual nombre. En su contenido hacía honor a la expresión «nadie está libre de pecado» defendiendo que es importante prestar atención a nuestros patrones de conducta y a los de quienes nos rodean, para identificar si alguien de nuestro entorno o nosotros mismos, estamos manteniendo una actitud tóxica. En su reflexión parte de que ciertas conductas tóxicas tienen origen en motivos como son los celos y la envidia, entre otros.

Las peticiones de varias venenopersonas me han lanzado a redactar este post. Como leeréis a continuación, aquí comparto lo que son para mí los personajes venenosos. Entre ellos podemos encontrar el que saborea su propio veneno o el que disfruta viendo como otros saborean su veneno. Los roles siempre son envenenador y envenenado, aunque en ocasiones un mismo personaje puede combinar ambos roles, como catador de veneno.

Las personas y sus consiguientes relaciones, al igual que los alimentos en la vida no sientan de la misma manera a todo el mundo, seguro que hemos tenido la oportunidad de escuchar alguna historia de cómo fulano disfruta comiendo nueces y en cambio mengano manifiesta una reacción alérgica a ellas. Con las personas el tema funciona igual que con los alimentos: los que te sientan bien puedes incluirlos en tu dieta, sin embargo los de digestión pesada mejor apartarlos o sustituirlos por otros. No te ofusques en querer dañarte comiendo algo que no puedes digerir.

El envenenador o venenoso:

Es aquel personaje depredador que tiende a jugar con la dualidad o polaridad de las relaciones puesto que nunca va a mantener un luto o negatividad longeva, sabe que eso haría reaccionar a su presa envenenada, despertando así, su instinto de supervivencia e impulsándola a apartarse de él. Son personas muy empáticas, puesto que conocen a la perfección las emociones del otro y se sienten con la capacidad de intentar manipularlas, conociendo de antemano cómo reaccionará su presa. Ya sabemos que los depredadores en estado salvaje tienden a jugar con sus presas antes de devorarlas, así que los envenenadores recuperan su instinto y lo ponen al servicio de sus perversiones.

Reconocer a un envenenador es más fácil de lo que muchos creen, sólo hay que preguntarse ¿Me intenta hacer sentir mal? ¿Intenta limitar mi creatividad? ¿Me intenta hacer sentir juzgado? ¿Utiliza frases que yo interpreto como una sentencia? ¿Mantengo esta relación por “compromiso o educación”? ¿Identifico un comportamiento hostil hacia mi persona? ¿Me guardo y callo muchas cosas por no provocar un enfrentamiento? Estas, entre otras preguntas en las que te puedas identificar como una persona envenenada o a la que están intentando envenenar ayudan a identificar si tienes junto a ti a un personaje de este tipo.

También es interesante saber si estás jugando el rol de venenoso haciéndote esas preguntas a ti ¿Intento hacer sentir mal a alguien? ¿Intento limitar la creatividad de alguien? ¿Juzgo de manera continua a alguien? ¿Utilizo frases a modo de sentencia? ¿Por qué mantengo esta relación”? ¿Mantengo un comportamiento hostil hacia esa persona? ¿La persona se calla y guarda palabras en conversaciones conmigo?

Siempre hay que recordar que las preguntas y respuestas que nos demos son totalmente subjetivas y una interpretación personal de lo que sucede en nuestra relación. También recordar que el “bien y el mal” tan sólo existe en la literatura infantil, respaldada durante tantos años por miedos infundados como ir al cielo o al infierno. De este modo es más productivo no dar peso a verdades o sentencias absolutas, pero sí a nuestras percepciones de si algo nos sienta bien o mal, es una manera de trascender los hechos y empezar a poner conciencia y responsabilidad en la situación venenosa que vivimos, y desde ahí cambiarla hacía un lugar que nos sea más cómodo y menos venenoso.

El catador de veneno:

Es el personaje que bebe su propia pócima y les quita trabajo al resto de venenosos enfermándose él mismo. Gesta dentro de su cabeza pensamientos negativos y haciendo uso de la empatía desarrolla pensamientos inventados y negativos de lo que podría creer u opinar el resto sobre él. De tal manera que su cabeza haciendo uso de un pensamiento enarbolado, va creando posibles dardos venenosos lanzados por otros personajes, anticipando así una posible situación negativa, que justifique los miedos con los que vive. Tiende a estar siempre alerta y en defensa ante posibles ataques. Es un depredador que a la vez es presa.

La tribu venenosa:

Se tiene que vigilar especialmente no formar una tribu venenosa, en la cual se juntan varios personajes envenenadores, y “amasan o recolectan” veneno, como si de una retroalimentación negativa se tratase, se produce un intercambio de veneno entre sus miembros que van aumentando su nivel y conocimiento mediante un aprendizaje vicario con el resto. En su etapa de pertenencia grupal, mantienen siempre una posición “neutra” entre ellos, con esto me refiero a que en cualquier momento pueden cambiar su bandera a “aliado” o “enemigo” dependiendo que les convenga. En estos grupos la necesidad de pertenencia que se crea es alta, de tal modo que cuando se da un rechazo social o exclusión de algún miembro que pasa a ser “enemigo” la pérdida de identidad personal de estos individuos tiende a ser alta, y en consecuencia buscaran una presa con la que descargar todo el veneno que venían recolectando.

Recordemos que no todas las serpientes son venenosas y no todos los que lanzan veneno poseen una lengua bífida. ¡Gracias por acompañarme en mi reflexión! Si queréis añadir comentarios o habéis tenido alguna experiencia de este tipo, os invito a compartirla aquí.